Los secretos de San Mamés

Sección Portada de Fútbol | Diario AS noticia Se ha trasladado el espíritu de La Catedral: gran empuje de la grada con el público encima y una capacidad alucinante para remontar marcadores. LA U DE SAN MAMÉS. Esta es la imagen del nuevo San Mamés desde el Fondo Norte, en el que el Athletic aprieta de lo lindo en las segundas partes. LA U DE SAN MAMÉS. Esta es la imagen del nuevo San Mamés desde el Fondo Norte, en el que el Athletic aprieta de lo lindo en las segundas partes. Una bombonera. El Athletic siempre quiso que quería un campo caliente que trasladase el espíritu de La Catedral. El equipo no ha notado para nada la mudanza y eso que el estadio está sin terminar (tiene un fondo vacío). La verticalidad de las gradas hace que todo el sonido se concentre fuerte en el césped. Los jugadores visitantes alucinan con la reverberación que se produce. La sensación es que hay más de 34.000 espectadores. El color rojo de fondo da sensación de calidez, ya perceptible desde el propio túnel de vestuarios. Sin afición visitante. El equipo se siente más que nunca como en casa. Y es que al faltar 19.000 localidades por construir no hay entradas para la afición visitante. El club ya se disculpó ante todos sus rivales al principio de campaña y comunicó que entendería que no hubiese una correspondencia de billetes. Ha habido sensibilidad y en Ibaigane no han faltado localidades para los desplazamientos. Los seguidores que tenga hoy el Real Madrid en el campo estarán desperdigados, por cesión de algún carnet o la compra de una entrada suelta. La portería del gol. Atacar contra una lona no ofrece la misma referencia visual de la portería que contra un graderío lleno. Y el hecho de tener a la afición encima, empujando, influye lo suyo. El caso es que los leones han marcado 21 goles atacando a la meta con público y sólo 11 en la otra. Simeone, que está en todas, ordenó a su capitán, Gabi, un cambio de porterías en el partido de Copa tras ganar el sorteo. El Athletic siempre intenta dejar ese ataque para las segundas partes, en las que se vuelca sin desmayo. Los tres goles del partido fueron allí. También los visitantes aciertan el doble contra el graderío Norte (nueve goles frente a cuatro contra el Sur). Césped complicado. Las permanentes obras y el invierno tan lluvioso que está sufriendo Bilbao se han unido a un problema: el césped que se instaló no está muy asentado. Aparentemente, por encima, está bien y húmedo. Pero la capa que tiene debajo lleva a los jugadores a escurrirse varias veces. Los leones están muy acostumbrados, aunque también les dificulta su juego, que es de pases milimétricos. La clave está en utilizar tacos más largos de lo habitual. Sobre todo, los defensas rojiblancos usan aluminio. En el partido ante el Barcelona, se vio cómo Neymar se tuvo que cambiar de botas a los veinte minutos después de irse al suelo varias veces. ¿En qué estaría pensando en el calentamiento? Partidos eternos. Si ya de por sí los encuentros en el viejo San Mamés se le hacían largos a los rivales por el empuje, entrega y resistencia de los leones, la propia hierba sin asentar hace que el paso de los minutos pese mucho en las piernas de los rivales. Salvo el Atlético, nadie ha podido en lo físico con los de Valverde en ese tramo. Siempre terminan volando sobre el césped. Las remontadas. Desde el partido inaugural ante el Celta, el Athletic se ha acostumbrado a dar la vuelta a muchos encuentros que empezó perdiendo. Además de los de Luis Enrique (3-2), cayeron así Betis (2-1), Levante (2-1) y Valladolid (4-2). Y los dos únicos empates que ha dejado escapar en Liga fueron yendo perdiendo ante Valencia (1-1) y Elche (2-2). Los ilicitanos se fueron 0-2 al descanso. Lo psicológico hace mucho. Cortinas de agua. El hecho de que un fondo no esté construido hace que entre mucho aire. Unido a las tremendas cortinas de agua que están cayendo, se forman unos remolinos que incomodan el juego. Ya se sabe que el Athletic se mueve como pez en el agua, nunca mejor dicho, con el clima así. La afición ruge más y también lo soporta, ya que muchos seguidores se mojan.